Los 10 mejores westerns del siglo XXI (hasta ahora)

La experiencia cinematográfica no se parece a nada, y hay una razón por la que las películas son capaces de crear una sensación poderosa que hace que el público vuelva continuamente a por más. Los amantes de la industria cinematográfica pueden disfrutar tanto de franquicias gigantescas como de películas independientes más íntimas. Un barómetro constante del éxito son las cifras que obtienen las películas en la taquilla, pero todavía hay espacio para muchos géneros que cuentan diferentes tipos de historias.

El western se ha convertido en un arte un poco perdido y en un tipo de película que se asocia con el pasado, pero está lejos de estar muerto. Hay cineastas creativos que saben sacar el máximo partido a este género clásico, y hay algunos westerns modernos increíbles para aquellos que saben dónde buscar.

Quentin Tarantino ha sido un cineasta influyente desde su primera película, Reservoir Dogs, pero es impresionante ver cómo el director se empuja a sí mismo para abordar espectáculos más grandes. Tarantino ha aprendido a convertirse en un maestro del género de acción y su mezcla de spaghetti western y blaxploitation, Django Unchained, es una carta de amor al mismo.

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Tarantino crea un improbable héroe del western moderno con el Django de Jaime Foxx, que se compenetra perfectamente con Christoph Waltz en la película de la venganza. Tarantino se sirve de los elementos básicos del género, pero canaliza la rabia hirviente y la opresión racial para dar a su película un toque extra.

Leonardo DiCaprio es uno de los actores más importantes de esta generación, y ha realizado decenas de interpretaciones memorables. Sin embargo, DiCaprio finalmente ganó su premio de la Academia por su trabajo como trampero abandonado, Hugh Glass, en el brutal western de Alejandro González Iñárritu, The Revenant.

La película es una oda a la dureza de la naturaleza, así como al poder del espíritu humano. Es fácil reducir The Revenant a su agotadora batalla entre DiCaprio y un oso, pero la película es mayor que la suma de sus partes y un testimonio del poder del cine visceral y crudo.

Algo que define al género del western es cómo pone de relieve la anarquía del pasado y cómo un simple rencor puede desencadenar un cambio sísmico en una comunidad. S. Craig Zahler es un cineasta cada vez más intrépido, y Bone Tomahawk es un destripante híbrido de western y terror que ayudó a poner al director en el mapa.

BoneTomahawk aborda una sencilla misión de rescate cuando unos despiadados cavernícolas toman a unos hombres como rehenes. Bone Tomahawk cuenta con un reparto de lujo en el que destacan Kurt Russell, Patrick Wilson y Richard Jenkins, pero lo más destacado de la película es su agotadora violencia.

Los westerns modernos pueden tener una ventaja real sobre las películas formativas que ayudaron a establecer el género simplemente porque tienen décadas de influencias cinematográficas de las que tirar. Hay una delgada línea entre la indulgencia y la pasión, pero The Good, The Bad, and the Weird del cineasta surcoreano Kim Jee-woon es la mezcla perfecta de caos que se siente a la vez familiar y totalmente original.

El argumento del western es un homenaje al clásico de Sergio Leone, ya que tres pistoleros diversos compiten por una lucrativa recompensa, pero lo que sigue es cualquier cosa menos predecible.

Los hermanos Coen son dos de los guionistas y directores más interesantes de la industria actual. Ambos han abordado varios géneros a lo largo de sus ilustres carreras, lo que ha dado lugar a algunas contribuciones icónicas al western. True Grit es una historia de western más convencional, pero The Ballad of Buster Scruggs es un vehículo más diverso que intenta ofrecer algo para todos. Producida originalmente como una serie de televisión, Buster Scruggs presenta seis historias muy singulares que tienen como telón de fondo el western.

James Mangold ha dirigido algunas películas diversas, pero las sensibilidades del género del western están arraigadas en todos sus trabajos, ya sea su metódica película de superhéroes, Logan, o lo que sea que haga con la próxima entrada en la serie de Indiana Jones.

3:10to Yuma es un western moderno que une a Christian Bale y Russell Crowe como fuerzas opuestas que se ven obligadas a formar una improbable asociación cuando ambos son atacados. 3:10 to Yuma es pura acción y Bale y Crowe están magnéticos juntos.

Casi todas las películas de los hermanos Coen aportan algo nuevo al cine, pero el público no estaba realmente preparado para No es país para viejos, de 2007. Los Coen dan vida sin esfuerzo a uno de los comentarios más nihilistas de Cormac McCarthy sobre Estados Unidos.

El núcleo de No es país para viejos es una historia sobre la codicia, el destino y el tipo de personas que han sido empujadas a las sombras por el mundo. Las reflexivas interpretaciones de Josh Brolin y Tommy Lee Jones son muy acertadas, pero es el trabajo de Javier Bardem como el asesino Anton Chigurh el que se convierte en la pieza central de No Country For Old Men.

Algunos westerns se contentan con mostrar vaqueros altruistas y emocionantes tiroteos en los que un héroe consigue restablecer el orden en una comunidad, pero una representación mucho más realista de los escenarios del viejo oeste son entornos deprimentes en los que la violencia reina. The Proposition es una brutal meditación sobre la violencia y la lealtad que llega de la mano del cineasta australiano John Hillcoat.

Guy Pearce interpreta a un forajido que es capturado junto con su hermano menor, para luego verse empujado a un ultimátum psicológicamente desalentador en el que el Charlie Burns de Pearce debe dar caza a su hermano mayor o, de lo contrario, su hermano menor será ejecutado.

P.T. Anderson es un maestro del cine moderno que narra sin miedo historias a menudo dominadas por enormes egos y delirios de grandeza. Un punto de inflexión en la carrera de Anderson es There Will Be Blood, un drama atmosférico sobre un barón del petróleo intrigante que nunca tiene suficiente.

La paciente narración visual de Anderson acentúa la naturaleza bárbara de la época, pero Daniel Day-Lewis lo canaliza realmente todo en el defectuoso y maniático protagonista de la película, Daniel Plainview. Además de la impecable actuación, la inquietante partitura de Johnny Greenwood eleva esta obra de época a un nivel de perfección aún mayor. Su final sigue siendo difícil de superar.

El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, de Andrew Dominik, es un estudio de personajes eternamente tenso y una clase magistral de tensión que aumenta a lo largo de sus tres horas de duración. Brad Pitt y Casey Affleck realizan una de las mejores interpretaciones de su carrera en el papel de los personajes principales, que se ven inmersos en sus propios agujeros negros de desesperación.

La transformación y la traición de Ford hacia Jesse James es increíblemente conmovedora, aunque el público sabe que se avecina. Affleck interpreta a Ford como si estuviera perdido en el purgatorio y es un trabajo inquietante que eleva el género.