Ludwig Göransson habla de su odisea por el mundo para crear la partitura de "Wakanda Forever
La creación de la música de "Black Panther: Wakanda Forever" llevó al compositor Ludwig Göransson a México, Nigeria, Londres y viceversa, y supuso unas 2.500 horas de grabación.
"Fue una experiencia más emotiva que la que he tenido en cualquier proyecto", cuenta el músico de origen sueco. Göransson ganó un Oscar por la primera película de "Black Panther" y desde entonces también ha ganado dos Emmys por "The Mandalorian" y un par de Grammys como compositor y productor de Childish Gambino.
Sin embargo, "Wakanda" era otra cosa. Göransson y el director Ryan Coogler son viejos amigos (esta es su cuarta película juntos) y el compositor incluso había leído el guión de la secuela de Coogler que se había escrito para que Chadwick Boseman retomara su personaje de T'Challa antes de la trágica muerte del actor en 2020.
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El reto, dice Göransson, era encontrar un nuevo sonido para el reino africano de Wakanda y su pueblo desconsolado, a la vez que se trataba de imaginar el sonido del reino submarino del príncipe Namor, Talokan, cuyos orígenes se encontraban en la antigua civilización maya de México.
Göransson consultó a arqueólogos musicales y pasó dos semanas en Ciudad de México colaborando con músicos mexicanos. Probó "cientos de instrumentos antiguos", desde flautas de arcilla hasta instrumentos de percusión inusuales, y vio pinturas de mayas tocando en caparazones de tortuga, entre docenas de momentos similares de inspiración musical. Descubrió la "flauta de la verdad", un instrumento de viento de madera con forma de silbato agudo, y se propuso incorporar el "silbato de la muerte", que tiene un sonido parecido al de un grito humano.
De día, Göransson grababa con músicos mexicanos, y de noche, con cantantes y raperos mexicanos: "Aprovechaba las sesiones de la mañana para montar ritmos y canciones que utilizaríamos más tarde ese mismo día con los artistas", relata el compositor.
Eso resultó ser el comienzo de lo que Göransson describe como un intento de "crear una experiencia sonora y musical completa y envolvente para el espectador", en la que las canciones y la partitura se entrelazan a la perfección a lo largo de la película. De las 16 canciones de la película, Göransson coescribió y produjo 13 de ellas, incluida la canción del título final, interpretada por Rhianna, "Lift Me Up".
Durante el rodaje, el compositor visitó el plató para supervisar los aspectos musicales del cortejo fúnebre de T'Challa, en el que participaron el cantante senegalés Baaba Mal y el músico de tambores parlantes Massamba Diop, cuyos singulares sonidos africanos contribuyeron de forma crucial a la partitura original de "Black Panther".
Una vez finalizado el rodaje, el director Coogler acompañó a Göransson a Lagos (Nigeria) para buscar y colaborar durante otras dos semanas con músicos, cantantes y raperos africanos: "Es un foco musical tanto de música tradicional como de música contemporánea", dice el compositor, "los músicos aportaron instrumentos diferentes, sonidos diferentes, que no teníamos en la primera película, que pudimos añadir al espíritu de Wakanda".
"Tanto en México como en Nigeria estuvimos creando la música basándonos en el guión, la historia y las conversaciones con Ryan", añade Göransson, "y cuando volvimos a Los Ángeles, llegó el momento de ponerla a punto y ver qué funcionaba. Ese era el reto, y la parte divertida".
La kora, un instrumento de cuerda de África occidental que suena como un laúd o un arpa, se convirtió en un elemento clave de la partitura, al igual que los tambores tradicionales africanos como el sabar y el djembe. Las flautas inusuales y los sonidos de las conchas marinas se sumaron a los evocadores sonidos de Talokan. Y los modernos sintetizadores figuran en el tema de Shuri (Letitia Wright), la princesa wakandesa de mentalidad tecnológica que da un paso al frente tras la muerte de su hermano y la amenaza a su país.
El compositor invirtió más de un año en la partitura en general, y calcula que participaron 250 músicos y cantantes, incluyendo una orquesta londinense de 80 piezas, coros de 40 voces tanto en Londres como en Los Ángeles, además de otro coro de 20 voces en Los Ángeles especializado en música mesoamericana.
Y eso sin contar con los numerosos cantantes que contrató: "Esta partitura está muy, muy impulsada por las voces", señala Göransson. Pidió a la cantautora nigeriana Tems que prestara su voz a las canciones y a la partitura; descubrió a Foudeqush y su voz "fantástica" en México; y encontró una comunidad de raperos mayas en Yucatán cuyo "Laayli' kuxa'ano'one" se escucha en los títulos finales.
En cuanto a "Lift Me Up" de Rhianna, esa canción comenzó cuando Coogler y Göransson aterrizaron en Lagos. El compositor tuvo una idea musical, pidió a Coogler que escribiera algunas letras, y unos meses después Rhianna y Tems añadieron sus voces a la mezcla.
El compositor está terminando de trabajar en la próxima película de Christopher Nolan, "Oppenheimer", y Disney Plus ha presentado un nuevo corto de animación, "Zen: Grogu and Dust Bunnies", con una partitura de Göransson (un spinoff de la serie "Mandalorian" del compositor para Lucasfilm).