Napoleón", muy celebrada en la crítica: una epopeya "ampulosa" de estilo por encima de la sustancia

Napoleón

La crítica ha dado su veredicto sobre la última epopeya de Ridley Scott, Napoleón, con críticas en general favorables.

El drama histórico está protagonizado por Joaquin Phoenix en el papel de Napoleón Bonaparte, el cerebro militar y Emperador de Francia. Abarca 32 años, desde el estallido de la Revolución Francesa en 1789 hasta la muerte de Napoleón en Santa Elena en 1821, y explora batallas importantes, así como la agitación romántica con su esposa Joséphine de Beauharnais.

Muchos han elogiado al director Scott por crear el tipo de espectáculo grandilocuente preferido en el Hollywood de finales de los 50 y principios de los 60, destacando en particular la habilidad técnica y teatral empleada en las sangrientas escenas de batalla. Por otro lado, los críticos han dicho que la película no profundiza lo suficiente en la psicología de un tirano de guerra y su relación amorosa.

Peter Debruge, de Variety, celebró la destreza visual de Scott, escribiendo sobre las escenas de batalla en Tolón: "No es frecuente que un cineasta consiga ofrecer una imagen de la guerra que el público no haya visto antes, y este primer ejemplo pone el listón muy alto".

"Del maestro de la épica moderna nos llega un logro técnico innegablemente impresionante", escribió en otro lugar, antes de destacar el retrato "extrañamente anticarismático" que hace Phoenix del estratega militar.

Debruge concluye que Napoleón "parece menos enamorado de su tema que cualquier otra narración anterior de sus hazañas, haciendo referencia a los 3 millones de vidas perdidas bajo sus campañas", y que el "deseo de Scott de recrear algunos de los conflictos más notorios de la historia" significa que "la psicología se sacrifica en aras del espectáculo".

Robbie Collin, del Telegraph, elogió en una crítica de cuatro estrellas la "magnífica losa de cine de padres" de Scott, cuyo actor principal interpreta a Napoleón con un "sorprendente carisma de fuerza bruta". Al igual que la crítica de Empire Catherine Bray, Collin destacó el tono quizá involuntariamente cómico de la película ("la manera de actuar de Phoenix hace que sus frases más divertidas caigan bien"). Bray escribió: "Sería ir demasiado lejos describirla absolutamente como una comedia, pero en el guión de David Scarpa, la dirección de Scott, el ritmo del montaje de Claire Simpson y Sam Restivo, y en la inexpresiva interpretación de Joaquin Phoenix, el impulso de compensar y divertir es fuerte".

A Peter Bradshaw, crítico de The Guardian, le gustó especialmente el retrato central de Phoenix: "Pero para Phoenix es el archi-satirista y el cerebro sonriente, el forastero, el brillante observador y explotador de las debilidades ajenas, el empresario proto-capitalista, acaparando poder, impulsando la confianza, reforzando el papel moneda impreso. Puede que más adelante le apoden el Napoleón del crimen, pero el Napoleón de Phoenix ya lo es", escribió.

En otra parte de su crítica de cinco estrellas escribió que Scott no "entretiene al público con significados metafísicos" y se mostró a favor de que el cineasta decidiera no "retener los placeres anticuados del espectáculo y la emoción".

Otros han destacado que la película se resiente de su escala: "Pero a pesar de su fuerza y su atmósfera, y de los combates coreografiados con solidez, se trata de un tapiz histórico demasiado extenso para resultar convincente", escribió David Rooney, de The Hollywood Reporter, "sobre todo cuando se desvía de la pareja central".

Nicholas Barber, de la BBC, hizo observaciones similares a otras sobre las inesperadas y "a veces muy divertidas viñetas" de la película y su falta de excavación en la psique de los personajes.

Barber alabó la "agradable" interpretación de Phoenix del cerebro militar ("Napoleón es relajado hasta el punto de la somnolencia cuando está en el campo de batalla, un mocoso petulante en las reuniones y un adolescente arrestado con la lengua trabada cuando se trata de mujeres"). Y añade, con cierta crítica negativa: "Aun así, la película no revela por qué está tan profundamente enamorado de Josefina, o si ella está enamorada de él en absoluto".

"Pero [la película]", continúa Barber, "carece de una visión de quién es Napoleón o qué quiere, de dónde viene o por qué tiene tanto éxito. Tampoco profundiza en la geopolítica que le rodea. Nunca queda claro por qué libra una batalla determinada o firma un tratado concreto, y como no queda claro, es difícil preocuparse por sus resultados".

Sin embargo, la epopeya de Scott, "escena a escena", es una "auténtica epopeya histórica a la antigua usanza" y es "tremendamente divertida".

Clarisse Loughrey, de The Independent, elogió la "formidable eficacia del lenguaje visual" de Scott.

"Napoleón es una epopeya histórica tradicional interpretada con el estilo moderno y astuto de Scott. El guión de David Scarpa está a la altura de esas ambiciones, aunque es más flojo cuando se pliega a las conveniencias narrativas", añadió.

En otra parte de su reseña de cuatro estrellas, Loughrey escribió que Scott "pone gran parte de la impenetrable psicología de Napoleón a los pies de su emperatriz, Joséphine de Beauharnais, brillantemente interpretada por Vanessa Kirby como altiva, inteligente e ingeniosamente manipuladora".

"Nada de su noviazgo es romántico, pero es perversamente observable: un romance entre dos sociópatas comprometidos con la representación del amor. El sexo que mantienen es breve, vulgar y absurdo. La idea que Napoleón tiene de la seducción es relinchar y dar pisotones como un caballo".

Dabid Elrich, de IndieWire, señaló en su nota de notable alto que Napoleón es una película que asume las "ambiciones desmesuradas" de su estrella en detrimento suyo; ambiciones que "han sido largamente subsumidas por una película tan perdida en su barrido épico".

Él también escribió que las escenas de sexo "sin química" entre Napoleón y Josefina, que son "jugadas para reírse", son "suficientes para hacer que desees que la película se comprometa más plenamente con los juegos de poder psicosexuales".

En otro lugar, sin embargo, aplaudió el "retrato del más patético de todos los grandes hombres... y sobresale -cuando sobresale- porque es la rara epopeya histórica que no teme avergonzarse de su tema".

Mientras tanto, se ha compartido una nueva escena de la próxima película - mírala aquí.

Napoleón se estrena en cines el 22 de noviembre, con una versión del director de cuatro horas que llegará a Apple TV+ más adelante. La edición teatral dura 157 minutos.

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