Naruto: 10 maneras en que ser un Jinchuriki arruinó la vida de Naruto

Naruto Uzumaki es el hijo del Cuarto Hokage, Minato Namikaze, y de Kushina Uzumaki. Nacido más de una década antes del comienzo de la historia de Naruto, su nacimiento estuvo marcado por un montón de tragedias y, en medio de todo ello, acabó convirtiéndose en el Jinchuriki de las Nueve Colas, una poderosa Bestia con Cola de chakra.

Aunque el Nueve Colas es una gran fuente de poder, tenerlo sellado en su interior resultó ser bastante perjudicial para la vida de Naruto en la aldea y su crecimiento como ninja en multitud de aspectos.

Naruto Uzumaki nació el día en que las Nueve Colas atacaron la aldea. Después de que la bestia fuera extraída de Kushina Uzumaki, Minato decidió morir junto a su esposa y utilizar el poco chakra que le quedaba para dividir las Nueve Colas y sellarlas en su hijo.

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Minato podría haber vivido y criado a Naruto si no lo hubieran convertido en Jinchuriki, pero como el Hokage pensó que Naruto necesitaría su poder para derrotar al Hombre Enmascarado, tiene que renunciar a su vida.

Ser un Jinchuriki afectó a la vida de Naruto de forma drástica, y una de ellas fue no saber quién era exactamente su familia. Aunque sus padres estaban muertos, Naruto seguía teniendo un padrino en Jiraiya del que no tenía ni idea.

Esto se debió principalmente a que la identidad de Naruto debía mantenerse en secreto y también a que Jiraiya casi nunca estaba en la aldea por aquel entonces.

Como Jinchuriki de las Nueve Colas, Naruto debía ser protegido por la aldea y, por tanto, su identidad debía mantenerse oculta en la medida de lo posible. Por esta razón, Naruto no recibió ninguna atención especial y tuvo que vivir solo la mayor parte de su vida, incluso cuando era niño.

Aunque Hiruzen hizo lo que pudo para velar por él, el hueco en su corazón no pudo llenarse hasta que finalmente se reunió con sus compañeros de equipo tras graduarse en la Academia.

Naruto era el blanco del odio de los aldeanos y todos lo miraban con desprecio por ser el Jinchuriki de las Nueve Colas. Para evitar que se enfrentara a estos problemas, Hiruzen decidió prohibir que se hablara de los Nueve Colas y así evitar que la generación más joven mirara a Naruto con ojos de desprecio.

Por desgracia, la generación más antigua del pueblo le odiaba y le consideraba responsable de la tragedia que les ocurrió la noche del atentado.

Aunque Hiruzen hizo todo lo posible para que la generación joven no tratara a Naruto de forma diferente, sus padres no pudieron hacer lo mismo, por lo que Naruto no pudo hacer muchos amigos de pequeño.

A veces, Choji y Shikamaru se comportaban como sus amigos, sin embargo, los demás lo evitaban y preferían mantener las distancias. Naruto sólo empezó a hacer amigos de verdad más adelante en la historia, cuando se unió al Equipo 7.

Las Nueve Colas, aunque son un gran poder una vez que se controlan por completo, fueron un gran contratiempo para Naruto cuando era un niño. Debido a que su chakra era tan grande, a menudo interrumpía el propio flujo de chakra de Naruto y le hacía gastar más de lo necesario, haciendo que su control de chakra fuera bastante malo.

Esta era una de las razones por las que Naruto luchaba con ejercicios como escalar el árbol y otros que requerían un control preciso del chakra y que a menudo le frenaban.

Las Bestias de Cola fueron distribuidas por Hashirama Senju entre las aldeas para mantener el equilibrio de poder. Para domar este poder, las aldeas mantenían a los Jinchuriki y los utilizaban como armas para mantener a raya a las otras naciones.

Naruto Uzumaki era, esencialmente, un arma de Konohagakure para ser utilizada contra otras aldeas. Apenas era considerado humano por los ancianos de la aldea.

Cada vez que Naruto se enfadaba, el chakra de Kurama se filtraba fuera del sello y el Sello de los Ocho Trigramas se debilitaba lentamente. El objetivo de Kurama era debilitar el sello hasta el punto de poder liberarse y matar a Naruto en el proceso.

Naruto siempre era herido por Kurama, incluso cuando confiaba en sus poderes. Así, ni siquiera pudo confiar en él hasta que consiguió hacerse amigo suyo al final.

El poder de las Nueve Colas de Naruto Uzumaki era un arma de doble filo no sólo para él, sino también para su equipo. En la época de Naruto Shippuden, Naruto empezó a perder el control de su poder de Bestia de Cola después de que surgiera la cuarta cola.

Cuando se encontraba en este estado, no podía distinguir a los amigos de los enemigos, y por ello, también hería a sus amigos, como se vio cuando Sakura e incluso Jiraiya resultaron heridos al intentar enfrentarse a él.

Como Naruto era un Jinchuriki, se convirtió en el objetivo de una organización que cazaba a las Bestias de Cola. Esta organización, llamada Akatsuki, logró reunir 7 de las 9 Bestias de Cola, siendo las Nueve Colas de Naruto Uzumaki y las Ocho Colas de Killer Bee las únicas que no lograron capturar.

Sin embargo, hubo varios intentos de robarle las Nueve Colas a Kurama, y debido a esto, Naruto nunca pudo estar en paz.