OlliOlli World puede tener ranas parlantes, pero sigue siendo una prueba brutal de habilidad con el monopatÃn
El tráiler del E3 de OlliOlli World estaba narrado por una rana, asà que me siento cómodo llamándolo "un poco caprichoso". La rana empresaria en cuestión, que lleva una camisa hawaiana, presentó el escenario de Radlandia, un precioso paraÃso de dibujos animados que no se parece al estilo urbano de pixel-art de los anteriores juegos de OlliOlli. Los helados y los plátanos se pasean por una playa con castillos de arena del tamaño de casas, y hay un bosque en el que los árboles tienen caras sonrientes y se puede pasar por encima de vallas publicitarias sostenidas por abejorros. Todo parece muy de Hora de Aventuras y me gusta.
La versión de OlliOlli World que he jugado tiene estas dos regiones, el Valle del Sol junto a la playa y los bosques de Cloverbrook, con espacio para tres regiones más en el mapa. Las dos que exploro son exactamente como se anuncian. En Sunshine Valley salto por encima de una piscina llena de gente animada y trato de evitar que estallen los gatos de los globos mientras salto de una barandilla grindable a la siguiente. Me encuentro con personajes como Chiffon, el mago del patinaje, y Gnarly Mike, que me da un consejo sobre el patinaje cuando llego a Cloverbrook, diciendo que debo "evitar las extrañas ranas altas azules".
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En algunos de estos extravagantes niveles se esconden personajes que dan misiones secundarias, como Sloshtar, una versión en forma de pez de esas máquinas Zoltar que adivinan la suerte en los carnavales, y B.B. Hopper, la mencionada rana de los negocios. Encontrarlos significa explorar las rutas divididas de los nuevos niveles 2.5D de OlliOlli World, que te permiten cambiar de carril en los cruces, y significa que querrás volver a jugar los niveles para explorar diferentes caminos y asà poder completar desafÃos especÃficos o encontrar zonas donde puedas ganar más puntos.
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Sin embargo, los NPCs que te dan misiones no te enviarán a recoger un determinado número de lobos o te pedirán que tires algo a un volcán. Simplemente desbloquean niveles de bonificación en el mapa en los que tienes que alcanzar una puntuación en un lÃmite de tiempo, o tachar una lista de trucos sin apilarla. Lo cual no es fácil. Es decir, sin apilarlos. Mientras que Sunshine Valley es sobre todo un tutorial, en Cloverbrook las cosas se intensifican y me encuentro reapareciendo en los puntos de control (cortesÃa de Chiffon, el mago del patÃn) muchas veces.
Los trucos se realizan con el pulgar izquierdo, y cada dirección es un truco básico. Para hacer trucos avanzados, empujas en una dirección y luego giras antes de volver al centro, con diferentes direcciones y grados de rotación para realizar diferentes trucos, que es también la forma de saltar. Dado que los huecos son frecuentes, tienes que hacer muchos trucos, y al mismo tiempo empujar con antelación para tener la suficiente velocidad para que los trucos te lleven por encima de los huecos y no te hagan caer en un abismo o golpear un saliente.
En el primer OlliOlli tenÃas que pulsar A con un tiempo preciso para hacer cada truco, además de manipular el pulgar, una mecánica complicada que me alegro de que la serie haya eliminado. Pero incluso sin eso, no es un juego fácil. Como dijo el cofundador de Roll7, Simon Bennett, en el Future Games Show, "vas a golpear un montón antes de tener éxito".
Mantengo a Chiffon, el mago del patÃn, ocupado con los respawns, aunque los niveles de bonificación no tienen puntos de control en los que respawnear y, después de pasar por la rana parlante o el pez que los presenta unas cuantas veces, abandono los niveles de bonificación.
Todos los fantasiosos estilos de fantasÃa hacen que OlliOlli World parezca amigable y acogedor, como un libro para niños (un nivel me reta a "golpear una rana de una abeja"), y la excelente banda sonora de ritmos woozy y lavado digital son una invitación a Headnod City. Pero bajo todas las vibraciones frÃas sigue siendo el mismo OlliOlli, un juego en el que fracasas y vuelves a intentarlo y fracasas y vuelves a intentarlo hasta que lo dominas o tus pulgares se rinden en señal de protesta, se ponen sombreros diminutos y cogen sus maletines, salen por la puerta y se van a vivir al bosque, donde se harán amigos de un pájaro o quizás de un zorro, pero definitivamente no de una rana parlante.
OlliOlli World sale este invierno en Steam.