RESEÑA DE RETRO: La 3ª temporada de Snowpiercer se queda sin fuelle y su viaje se ralentiza

Siempre iba a llegar un momento en que el estrecho y claustrofóbico escenario de Snowpiercer causaría problemas en la trama. Adaptar la novela gráfica francesa Le Transperceneige y la película de Bong Joon-ho Snowpiercer a una serie de varias temporadas reducida a una sola localización era un movimiento arriesgado. Durante algún tiempo, el tren funcionó a favor de la serie. Snowpiercer encontró formas creativas de utilizar su escenario en beneficio de la historia. Ahora, en la tercera temporada, el único uso que se hace de la historia es repetir viejos esquemas que no merece la pena desenterrar.

Snowpiercer trata activamente de salirse de lo convencional en la tercera temporada. Vuelve a aventurarse en la tierra fría y desolada e introduce un nuevo personaje fuera del tren. Pero estos momentos de novedad son escasos, ya que Snowpiercer se siente incómoda con estas nuevas sorpresas. Ese es el quid de la cuestión con la tercera temporada: la serie tiene miedo de tomar decisiones atrevidas que encajen lógicamente con la ciencia de la historia. El único momento en que lo hace es al final, pero diez episodios son una espera demasiado larga para llegar a algo emocionante en esta larga temporada.

Snowpiercer sobrevive a duras penas ahora que Melanie no está en el motor

Cuando Snowpiercer lo dejó en la segunda temporada, el tren estaba dividido en dos tras un desacuerdo entre Andre Layton y Joseph Wilford sobre si los supervivientes debían o no encontrar a Melanie Cavill. La tercera temporada comienza tras un salto en el tiempo; el grupo de Layton sigue buscando la otra parte del tren tras la presunta muerte de Melanie y Wilford dirige el tren más grande como su dictador gobernante. Jennifer Connelly tiene la costumbre de entrar y salir de la serie, ya sea porque se lo piden los guionistas o porque tiene otras obligaciones. Y cuando los actores se toman un breve descanso de una serie de televisión, el personaje suele ser ignorado hasta que el actor decide volver, o cuando la historia lo requiere. Snowpiercer al menos intenta utilizar la desaparición de Melanie como punto central de la trama para mantener su relevancia.

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La ausencia de Melanie actúa como un eficaz efecto dominó para otros puntos de la trama y elementos temáticos. Su ausencia da pie a un comentario sobre "la fe frente a la lógica" que evoluciona a lo largo de la temporada, y reaviva el principio fundamental de rebelión de Snowpiercer que faltaba en la segunda temporada. Durante algunos episodios, es agradable tener a Melanie rondando la narración como un espíritu metafórico. Puede que Layton sea el protagonista heroico, pero Melanie afecta a cada pequeña parte de esta historia de alguna forma o manera. Pero llega un momento en la tercera temporada en que la devastación del destino de Melanie se apaga.

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Es innegable que Daveed Diggs y Sean Bean están fantásticos en los papeles que les encomiendan. Layton y el Sr. Wilford tienen cierto grado de matiz, pero al fin y al cabo son el héroe y el villano respectivos. Melanie es el personaje destacado atrapado en medio. Su compromiso con el tren y la ciencia choca con su devoción personal por su hija Alex y sus aliados. Connelly puede pasar del dolor intenso a la petulancia sin remordimientos con tanta fluidez que es la mejor interpretación de la serie. Ahora que la serie vuelve a su viejo mantra de "lucha contra el gran hombre", Connelly es necesaria para redondear la división en blanco y negro con un personaje gris. Snowpiercer intenta llenar los zapatos de Melanie como personaje complejo y magnético con otros suplentes, pero todos se quedan cortos respecto a su legado.

10 episodios es demasiado tiempo para la sencilla trama de la tercera temporada

El empeño de Layton y los demás pasajeros por continuar el trabajo de Melanie y encontrar el supuesto santuario conocido como Nuevo Edén ocupa buena parte de la temporada. Esto se ve ensombrecido cuando el Sr. Wilford frustra el plan para hacerse con el control del tren. La narración va de un lado a otro para centrarse en el argumento de los buenos contra los malos, en lugar de salir de su zona de confort para luchar contra el entorno. En la primera temporada se abordaron muchos temas y cuestiones sociales importantes, y los guionistas crearon la historia en torno a ellos de forma orgánica. Cuando a la tercera temporada se le acaban las ideas nuevas para la trama, recurre a argumentos no esenciales que merecen ser desterrados del tren.

La era moderna de la televisión está atravesando una fase extraña en la que se recortan drásticamente las temporadas televisivas por motivos presupuestarios o ejecutivos. La gente pide temporadas más largas. Curiosamente, la tercera temporada deSnowpiercer es un raro caso en el que 10 episodios son demasiados para mantener una historia razonable. Los obstáculos deSnowpiercer para llegar a Nuevo Edén no son retos inventivos en el viaje del héroe, sino más bien una pesadilla serpenteante. A los personajes les encanta planear su vida en la tierra prometida, pero se toman su tiempo para pasar a la acción.