7 razones para amar Resident Evil 7
7 razones para amar Resident Evil 7. La saga de Capcom asaltará el mundo el próximo día 24 de enero.
Y lo hará dispuesta a recuperar el trono de las aventuras de horror que, de alguna manera, reinventó hace 21 años con uno de los primeros videojuegos que nos hizo pensar que las videoconsolas nos harían felices el resto de nuestra vida.
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- Da miedo
La demo nos ha dejado patidifusos y con el corazón a punto de salirse por nuestra bocaza. Justo cuando pensábamos que volveríamos a pasear por calles desiertas o a abrir una puerta detrás de otra, van los chicos de Capcom y se sacan de la manga un nuevo formato que bebe del cine de terror de los últimos diez años. El cine de Ti West o de Adam Wingard, el found footage y los casos reales se marcan un combinado que hará de la experiencia una máquina de sustos y de despertar a tu mujer cuando juegues por la noche mientras ella lee el New Yorker.
2. Parece inteligentemente divertido
Cuando probamos la demo, nuestros culos se retorcieron cosa mala al comprobar cómo podíamos jugar en dos tiempos paralelos, visitando la casa de los horrores en el presente continuo hasta que encontramos una cinta vhs que nos transportaba… a la misma casa en el pasado. Y había que salir de ahí jugando para volver al presente. Una idea alucinante que se ve reforzada con ese aspecto (y esos guiños) a la bruja de Blair. Excelente, chicos.
3. El cambio de perspectiva
Se acabó lo de ver la nuca de los personajes protagonistas. Aquí el protagonista eres tú, amigo. La pantalla es tu campo de visión (somos pobres y no podemos hablar de la vista en VR), así que, ahora sí, prepárate para vivir sustos como si estuvieran en ese infecto agujero salido del infierno.
4. Las influencias han cambiado
Estaba claro de dónde venían los primeros horrores del universo Resident Evil. En la primera aventura nos metíamos tan de lleno en una peli clásica de George A. Romero que incluso el director de La noche de los muertos vivientes se encargó de un spot de su segunda parte. Ahora nuestros miedos, aunque parecidos, evolucionan con la misma fuerza con la que los platillos volantes de los 50 se convierten en sofisticados haces de luz futuristas. Eso y el ya citado found footage, lo creepy pasta y el cine independiente de horror con unos destellos de la imaginación de James Wan. Vamos, que todo perfecto.
5. El odorama nunca funcionó
Ahora que todos disponen de un equipo de sonido envolvente, sillones exclusivos para jugar, controles profesionales llenos de gatillos y gorras para poder beber cerveza sin necesidad de utilizar las manos, demos gracias a dios por el fracaso del sistema odorama, que pretendía perfumar las experiencias cinematográficas con olores similares a los ambientes de las pelis. De haber funcionado y dado el salto al mundo del videojuego, no habría dios que jugase a RE7
6. Porque han pasado muchos años desde RE4
Doce, en concreto, desde el último “gran” Resident Evil, el cuarto, aquel que se desarrollaba en el set de Los Santos Inocentes y que contra todo pronóstico se convirtió en el maldito mejor juego de la saga.
7. Porque es más fácil tener pasta en enero
Admítelo, has ido a ver a la familia y a pasar la gorra para el aguinaldo. Los abuelos, tíos, padres y hermanos seguro que han contribuido involuntariamente en que te hagas con una copia de Resident Evil 7: Biohazard en un par de semanas. Y es que cómo explicas a la familia que, con 40 años, lo único que quieres ahora mismo es un videojuego mientras ellos piden nietos. Eso sí que a miedo, qué coño
