Crítica de Black Panther, la respuesta Marvel a Wonder Woman

El verano pasado, sin que sirviera de precedente, Wonder Woman triunfó en el mundo. DC se ponía las botas soñando con aproximarse a su rival, y en Marvel ya estaban a medio terminar esta Pantera Negra que llega a los cines en un par de días.

Ryan Coogler tiene 32 años y es el director de este rinoceronte acorazado de 200 millones de dólares, un presupuesto demencial para una película que tiene una secuencia de acción, dos combates en una catarata y una persecución automovilística que nos recuerdan que los tiempos de Matrix han pasado.

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Cuando hace unos meses Thor: Ragnarok convirtió en oro cómico todo lo que tocaba, quedó claro que los cómics de tipos superpoderosos que habitan mundos imaginarios agradecían el toque irónico y la mala leche, algo de lo que, por desgracia, carece Black Panther.

A pesar de los reivindicativos análisis críticos que han precedido a su estreno, queda claro una vez vista la película, que no debemos confiarnos ni tampoco alabar a una película únicamente por sus intenciones. 

Como película de superhéroes, Pantera Negra no es superior a ninguno de los orígenes de los otros largometrajes de los estudios Marvel. 

Además, la historia va acomodándose como buenamente puede a cualquier salvavidas que se encuentre por el camino: cine de espías a lo James Bond que se queda en Agente Juvenil (esas zapatillas), thriller de robos a museos rodados con la misma desgana que el plan de la banda y juegos de tronos de pura raza salvaje que compiten por el reino invisible.

Cuando más cómoda se encuentra la película es cuando no está pendiente de pertenecer a ninguna franquicia ni estudio todopoderoso. Y esa sensación se mantiene prácticamente durante toda la película, porque apenas hay conexiones visibles durante la película más allá del personaje de un Martin Freeman más desganado que de costumbre. Además, Letitia Wright resulta bastante cargante como Shuri, la hermana del protagonista resabidilla. Si a eso unimos a un Forest Whitaker beyond Rogue One, el elenco resultante no es precisamente el más carismático de Marvel Studios.

En el lado positivo, Chadwick Boseman y sobre todo Michael B. Jordan, una revelación siempre que aparece en pantalla, ya sea por su portentoso físico como por parecer ser el único que realmente está disfrutando de lo que está haciendo.

Wakanda es una mezcla de Themyscira y Blade Runner 2049 donde nunca se pone el sol, literalmente, y donde los conflictos se resuelven a golpe de lanza, pero no sin antes pedir la vez. El tan alabado colorido de los avances de la película terminan jugando en su contra, y nos encontramos personajes que hacen que los sospechosos habituales de la cantina de Star Wars parezcan una cena de la fiesta de los Oscar.

¿Es Pantera Negra una mala película? No, la verdad que no lo es, pero su discurso, tan comedido en realidad como su sentido del humor (¿el Marvel menos divertido?), no casa bien con una banda sonora que consigue que pienses más en el pobre Simba que en este ambicioso Juego de Tronos retrofuturista de la jungla.