Crónica del concierto de KISS en Madrid en 2015
Crónica del concierto de KISS en Madrid en 2015: MUSEO DE HISTORIA NATURAL
Hubo un tiempo en el que gigantes se paseaban por estadios, palacios y parques antes cientos de miles de atónitos humanos. Un tiempo en el que los rugidos del rock despertaban a los incautos dormidos a muchos kilómetros de distancia. Y un tiempo en el que la música conducía al planeta a nuevas fases evolutivas tan desconocidas como excitantes.
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Hoy, de aquellos periodos prehistóricos, solo quedan rescoldos, pero rescoldos que queman lo suficiente como para recordarte que hay cosas que aún deberían importar y mucho por hacer en el mundo de la música y de las artes en general.
Ver a KISS en concierto es, en toda regla, una visita al museo de historia natural, asistir en primera persona a la grandeza de gigantes que un día caminaron por el mundo conformándolo a su antojo. No en vano, Paul Stanley y Gene Simmons son de esos nombres que una vez nuestros hijos se desintegren sobre la tierra, seguirán referenciados como influyentes del siglo XX.
La gira de 40 Aniversario de KISS es el mayor espectáculo del mundo. Y si bien es cierto que la edad ha podido desgastar las rocas que conforman a estos señores músicos restándoles ápices de fuerza, décadas de experiencias y tablas les han llevado en brazos a tener la precisión de un cirujano que ejecuta lo que sabe hacer a la perfección. Y eso mismo es el show que nos brindaron KISS en Madrid este mes de Junio de 2015 un espectáculo grandioso, preciso y consciente de sí mismo y de las leyendas que les preceden.
Paul Stanley es esa diva glam de siempre tan exagerada como elegante, capaz de volar como un hada sobre un público ansioso e incapaz de alcanzarlo a una plataforma giratoria bajo una bola de espejos. Y Gene Simmons da la vuelta a la moneda con el alzamiento del DEMONIO ensangrentado sobre nuestras cabezas en la oda a su majestad diabólica tantas veces ejecutada.
KISS siguen dando el mejor Freakshow del mundo, el mayor espectáculo del siglo XX. Diría también del XXI, pero eso sería demasiado obvio, porque este siglo ha visto como iban cayendo las grandes bestias de su predecesor, desgastadas y sepultadas por el invento de turno de ejecutivos bajo luces de neón y máquinas de café, por divas inocuas imbuidas en coreografías ridículas, branded content, música de spot televisivo y contenido de Trademark.
Había muchos niños en el concierto de KISS. Y no es de extrañar, sus padres los estaban llevando al Museo de Historia Natural, para enseñarles lo grande que fue el mundo un día.
