Las 10 mejores cosas del tutorial de Tears Of The Kingdom

Después de media década, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom ha aterrizado en Switch con gran éxito comercial y de crítica. El juego se ha construido sobre los cimientos de su predecesor, añadiendo una novedosa mecánica de construcción que anima a los jugadores a ser creativos y afrontar las misiones como mejor les parezca. Sin embargo, los jugadores no gozan de tanta libertad desde el principio.

Aunque no es un comienzo tan sólido como el de Breath of the Wild, Great Sky Island hace un buen trabajo introduciendo las nuevas mecánicas a los jugadores que están familiarizados con ellas o a los no iniciados. En este sentido, el tutorial de Tears of the Kingdom destaca donde otros títulos de su clase se quedan cortos.

DESPLAZARSE PARA CONTINUAR CON EL CONTENIDO 10 Los jugadores son libres de experimentar

Aunque se anima a los jugadores a completar los santuarios y salir del paso, aún queda mucho espacio para experimentar con los nuevos juguetes que Link tiene a su disposición. Ultrahand abre varias vías diferentes para que los jugadores aborden su búsqueda, con los únicos límites de la duración de su batería y su imaginación.

La Isla del Gran Cielo también está repleta de objetos que Link puede fusionar para fabricar multitud de armas diferentes. Incluso después de llegar a Hyrule, el contenido de Great Sky Island anima a los jugadores a volver y probar cosas nuevas.

9 No sacrifica el reto

Muchos títulos tienden a coger de la mano a los jugadores en la parte inicial de su juego para no perder su interés. A menudo, esto significa ponerlos en un tutorial confinado donde no hay posibilidad de fallar o morir. Tanto Breath of the Wild como Tears of the Kingdom rechazan por completo ese enfoque.

En el breve tiempo que los jugadores pasan en la Isla del Gran Cielo, es probable que muchos peligros y enemigos acaben con los jugadores una y otra vez. Afortunadamente, gracias a un práctico guardado automático y a la posibilidad de realizar guardados manuales, la penalización por muerte es muy pequeña.

8 Los jugadores tienen que encontrar los santuarios por sí mismos

Al igual que en Breath of the Wild, los jugadores tienen que demostrar cierto dominio de las mecánicas básicas del juego antes de adentrarse en el mundo abierto. En lugar de un intrusivo tutorial repleto de diálogos, ambos juegos ofrecen a los jugadores una pequeña extensión de terreno por la que correr con santuarios que ponen a prueba sus habilidades.

Los jugadores deben completar cuatro santuarios para añadir otro corazón a su HP y abrir la puerta que conduce a Hyrule. Es una forma orgánica de enseñar las mecánicas de juego necesarias para el mundo abierto. Lo mejor de todo es que estos santuarios no están marcados en el mapa, ya que los jugadores tienen la tarea de encontrarlos con las herramientas que se les dan.

7 Hay mucho contenido que los jugadores podrían perderse

Aunque se trata de una porción considerablemente pequeña del mapa del juego, la Isla del Gran Cielo cuenta con un montón de contenido que los jugadores probablemente se perderán en su primera partida. Mientras Rauru se encarga de que los jugadores completen los santuarios y lleguen a Hyrule, si se detienen a oler las rosas, encontrarán un montón de objetos, armaduras, ropa y piezas de armas que les serán útiles en su misión.

Gran parte de ellos se encuentran en las minas, que albergan multitud de secretos y minerales útiles. También hay un combate contra un jefe opcional que ofrece a los jugadores la oportunidad de poner a prueba su destreza en el combate y la fabricación de armas.

6 Hay muchos recursos para adquirir más tarde

Incluso después de que los jugadores hayan pisado Hyrule y se hayan acostumbrado a sus mecánicas de juego, hay muchas razones para volver a la Isla del Gran Cielo. El lugar está lleno de productos, vida salvaje y recursos que pueden resultar útiles más adelante.

Se pueden obtener cuernos de los enemigos caídos para aumentar el daño de las armas. Los jugadores también pueden abastecerse de manzanas, skyshrooms y carne para crear platos que restauren la salud y mucho más. Es probable que cuando los jugadores se queden sin un determinado consumible, la Isla del Gran Cielo sea el primer lugar en el que piensen.

5 La isla presenta al mecánico de la temperatura

Al igual que en Breath of the Wild, una sección del tutorial obliga a los jugadores a aprender a adaptarse a zonas con condiciones climáticas adversas. Las regiones nevadas de la Isla del Gran Cielo pasarán factura a Link, mermando gradualmente su salud si no se abriga bien.

Afortunadamente, hay dos formas de combatir el frío en la isla. Un constructo puede enseñar a Link a cocinar platos que aumentarán su resistencia a ciertas condiciones, y hay ropa oculta que le ayudará a entrar en calor. Esto ayuda a preparar a los jugadores para las zonas más inhóspitas de Hyrule, como el desierto de Gerudo y Ciudad Goron.

4 Los constructos pueden orientar a los jugadores confusos en la dirección correcta

Los jugadores nuevos en la fórmulaZelda posterior a Breathof the Wild podrían verse abrumados por la multitud de mecánicas de juego que tienen que aprender. Es posible que necesiten un poco de ayuda para entender las habilidades de Link y tal vez localizar los cuatro santuarios necesarios para abrir la puerta.

Afortunadamente, la isla está habitada por constructos amistosos que estarán encantados de responder a las preguntas de los jugadores. Sean cuales sean las dudas de Link sobre caza, construcción de máquinas, minería o lo que sea, lo más probable es que estos amigos mecánicos puedan ayudarle a entenderlas.

3 Las nuevas habilidades se adquieren gradualmente

Lágrimas del Reino sustituye muchas herramientas que ayudaron a Link en su última aventura. Por ello, los jugadores se ven obligados a aprender estas nuevas habilidades antes de comenzar la aventura propiamente dicha. En lugar de dar a los jugadores todas estas herramientas a la vez y arriesgarse a una sobrecarga de información, el juego las introduce sabiamente de forma gradual a medida que los jugadores avanzan en Great Sky Island.

Cada uno de ellos se adquiere tras resolver uno de los diversos santuarios repartidos por la isla. Esto da a los jugadores una sensación de progresión y les anima a utilizar las herramientas que tienen a su disposición para superar los obstáculos que se les presentan.

2 Jugadores aprenden "Lo que funciona, funciona"

Una vez que los jugadores aprenden a construir los diversos artilugios necesarios para avanzar por la isla, pueden pensar erróneamente que cada problema tiene una solución específica. Para contrarrestarlo, los desarrolladores lanzan algunas bolas curvas inteligentes, como una vía férrea rota que hará que los jugadores despistados caigan en picado hacia su perdición.

Es aquí donde se verán obligados a aprender la verdadera ética del juego: "Todo lo que funciona, funciona". Es cierto que esto abre las compuertas a todo tipo de métodos poco ortodoxos e incluso a la ruptura de secuencias, pero la naturaleza pulida del juego evita posibles softlocks o bugs que rompan el juego.

1 Caída libre

Aunque Tears of the Kingdom tiene una desagradable tendencia a las cinemáticas intrusivas, hay algunos momentos en los que la jugabilidad y la narrativa encajan a la perfección. Un buen ejemplo es la última carta de presentación del juego, que recuerda a la gran apertura de Breath of the Wild.

Una vez que los jugadores se quitan de en medio la exposición y saltan hacia la Isla del Gran Cielo, se les ofrece una majestuosa vista del mundo que tienen ante ellos, acompañada de una majestuosa partitura. A partir de ahí, los jugadores recibirán instrucciones para aterrizar a salvo en el agua y comenzar su aventura.

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