Los mejores momentos de la cuarta temporada de 'Juego de Tronos'
Apoteósico acto final de 'Juego de Tronos' en su cuarta temporada
Los mejores momentos de la cuarta temporada de 'Juego de Tronos'. Game of Thrones s04e10 ha puesto fin a una intensa temporada por cortesía de HBO y G.R.R. Martin. Y como no queríamos despedirla sin un merecido homenaje, celebramos este broche de oro que abre nuevas puertas para el futuro de la serie, con una compilación de los mejores momentos de la cuarta temporada.
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De 'Juego de Tronos' se pueden alegar desde su exceso de violencia hasta lo gratuito desnudos que tanto ofenden a los ojos de los puritanos. Pero desde luego han sabido ganarse a pulso su lugar como una de las series más populares de la televisión a base de giros inesperados, bombas dramáticas y esa deriva de personajes cortesía de su creador.
Repleto de SPOILERS para todos los que no hayáis visto todavía 'The Children', estos han sido para nosotros los mejores momentos de la cuarta temporada de 'Juego de Tronos':
Mi problema con los Dragones: Cada vez más masivos e indómitos, los lagartos de Daenerys Targaryen han pasado de ser un deux ex machina con alas a convertirse en un problema que amenaza con estallar en las manos de la madre de los dragones. Una trama que ha dado mucho juego a lo largo de la temporada, especialmente cuando se usaba como paralelismo con la inestabilidad del Khaleesado.
La Boda Púrpura: Tantas temporadas deseando la muerte del enano coñón mientras nos arrepentíamos en nuestros adentros de disfrutar de sus atrocidades, y nos lo quitaron de en medio de la forma menos esperada. En el universo de Martin, las bodas son casi tan catastróficas como en la vida real.
Breaker of Chains: El papel de La Madre de los Dragones como libertadora alcanzó un punto cumbre con la toma de Meereen. A partir de ahí, las buenas intenciones de nuestra Khaleesi han caído irremediablemente cuesta abajo entre una nube de grises en la que -por cada acción- acababa sufriendo un duro revés. Nadie dijo que gobernar fuera fácil.
Nunca hubo un escudero más leal en desembarco del Rey: La despedida de Podrick no fue un adiós, sino el comienzo de una nueva aventura acompañando en su cruzada a Lady Brienne de Tarth, y que daría pie a varios momentos memorables a lo largo de la temporada.
Hijos del Norte: La escena que dejó boquiabiertos a lectores de los libros y profanos por igual. ¿Para que querían los Caminantes Blancos a los hijos de Craster? La primera pista nos llegaría en la forma de 13 misteriosas siluetas con apariencia de dar mucho juego en el futuro.
Hodor desencadenado: La trama de Bran no deja de crecer en relevancia, dando pie a varias situaciones interesantes derivadas del descubrimiento de sus poderes. La cuestionable escena en la que toma el control de Hodor para acabar con la vida de Locke es probablemente la más memorable de todas.
Tyrion Lannister contra el pueblo: Peter Dinklage abriéndose paso para los premios Emmy de este año, en forma de colofón al intenso juicio destinado a dilucidar su intervención en la muerte de su sobrino. Historia viva de la televisión.
Desde ahora te llamarás Hediondo: ¿Hasta donde durará el calvario de Theon Greyjoy? Su martirio en forma de humillación, sometimiento y mutilación a manos de Ramsey Snow tiene sabor a penitencia por todos los demonios que le afligen por su traición a los Starks.
La Tragedia del Pagafantas: Todo se paga más tarde o temprano, y estaba claro que la traición de Jorah Mormont a Daenerys Targaryen antes de que la contemplase en todo su esplendor terminaría pasando factura. Te echaremos de menos, sir Friendzone.
Guardián del Norte: Ramsey Snow quedaba definido más allá de su sadismo habitual con este fraternal momento junto a Lord Bolton, en el que sus carencias afectivas y necesidad de satisfacer a su padre desde su retorcida cabeza se hicieron patentes. Salve al heredero de los Bolton.
Dark Sansa is coming: Y la niña se hizo mujer. Tras tres temporadas de cautiverio, el pajarillo del norte por fin pudo volar alto y sentirse libre. Lástima desconocer que las rapaces están acechando desde la cercanía.
El Perro y la Doncella: Condenados a permanecer juntos desde el ecuador de la temporada pasada, la simbiosis entre el descarriado sabueso de los Lannister y la pequeña de los Starks dio paso a una espiral de escenas que contribuirían al paulatino viaje a la oscuridad de nuestra Arya. No sería tan trágico si no la viéramos acercarse paso a paso a territorios nada deseables.
La Víbora Roja contra la Montaña: Probablemente el combate más brutal que se haya visto nunca en la televisión, es imposible describir el enfrentamiento entre Oberyn Martell y sir Gregor Clegane sin todas las emociones que se fraguaron por el camino y que quedaron a merced del destino en la arena.
Guardianes del Muro: Y si pensábamos que tras semejante tormenta la serie entraría en un período de calma, Neil Marshall volvió para hacer de las suyas con el encumbramiento definitivo de Jon Snow como gran héroe de la serie en el asedio de los pueblos unidos dirigidos por Mance Ryder contra el tambaleante muro.
La herencia de los Lannister: El final de la cuarta temporada de 'Juego de Tronos' llega decidido a no dejar títere con cabeza con un cambio de estatus masivo que en numerosos frentes. Y si pensábamos que al menos el control del Trono de Hierro había sido asegurado, más nos vale pensarlo dos veces, porque hasta de los rincones más insospechados puede surgir la esquirla que haga tambalearse el reino. Click en la imagen si quieres SPOILERS.
Valar morghulis: Con qué nos sorprenderá la serie en el futuro tras semejante montaña rusa de emociones es un misterio del que ni siquiera se escapan los lectores de los libros. Con varias perdidas por el camino y nuevas adiciones al maquiavélico tablero de ajedrez diseñado por G.R.R. Martin, la paz parece lejana cuando hablamos de los Siete Reinos.
