Los mejores momentos de la sexta temporada de 'Juego de Tronos'
¿Cuales han sido los mejores momentos de la sexta temporada de 'Juego de Tronos'?
Anunciado que solo quedan 13 episodios -repartidos en dos temporadas- para que todo lo que se ha estado cociendo durante los últimos seis años llegue a su esperada conclusión, abordamos los nueve meses de sequía que nos aguardan hasta los próximos nuevos episodios de 'Juego de Tronos', no sin antes hacer un repaso de lo que ha dado de si la tamporada. Tras el visible bajón de la anterior temporada (la quinta, posiblemente la más floja de toda la serie), las dudas estaban en el aire, especialmente por el hecho de que nos encontrábamos ante la primera que a penas tenía base literaria.
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Y sin embargo, tras un endeble arranque, la sexta temporada de 'Juego de Tronos' comenzó una imparable temporada que la ha dejado como una de las más vibrantes de toda la serie. Atando cabos de cara al gran final y con los últimos Starks y los hermanos Lannister Cersei y Jaime como grandes protagonistas, antes de continuar, avisar de que las siguientes líneas incluyen grandes cantidades de SPOILERS de 'Juego de Tronos' y su sexta temporada.
Dicho todo, estos han sido para los miembros de nuestra redacción, los mejores momentos de la sexta temporada de 'Juego de Tronos':
Thorne lo cuenta todo: Cuando Jon fue traicionado y apuñalado por sus compañeros de la Guardia Nocturna, todos odiamos inmediatamente a Ollie, a pesar de que había sido Alliser Thorne quien lo había organizado todo. ¿Por qué? Porque de alguna forma es imposible no tener cierto respeto por el peculiar sentido del honor y la responsabilidad del personaje interpretado por Owen Teale, con su determinación de sacrificar su lealtad e incluso su propia vida cuando considera que algo es lo correcto. La contundente franqueza de su discurso revelándolo todo ante sus compañeros, es una buena muestra de porque era imposible despreciarlo por muy duros y atroces que nos pudieran resultar sus actos. Para Thorne no existe el estado de paz, y eso conlleva que a veces toque hacer la guerra contra el resto de la Guardia.
El reencuentro de Cersei y Jaime: Los hermanos amantes han tenido un gran peso a lo largo de esta temporada, siendo el reencuentro de ambos tras el viaje de Jaime a Dorne para traer de vuelta a Myrcella un presagio de lo que estaba por venir. Ver la expresión de alegría de esa madre que se aferraba a su hijo cuando lo daba todo por perdido en Aguas Negras transformarse no en dolor, sino en una coraza de resignación con la que insensibilizarse al ser consciente de lo que ha ocurrido, es no solo una muestra del crecimiento actoral de Lena Heady, como de la evolución de uno de los mejores personajes de la serie.
La verdad de la Bruja Roja: Interpretada por la bellísima prima de Millhouse Carice Van Houten y siempre inquietante, los aficionados de la serie nos habíamos acostumbrado tanto a los desnudos de Melisandre, que no nos imaginábamos lo que se nos venía encima en plena crisis de fe de la devota sacerdotisa de R'hllor. Dando mucho que hablar entre los aficionados que hablan de un fallo de coherencia respecto a la escena en la que apareció tomando un baño sin collar en la cuarta temporada, y los señalan a los frascos que usaba como explicación. Lo que si está claro es que la escena fue lo suficientemente perturbadora como para que cada vez que aparezca otra exhuberante Bruja Roja miremos primero si tiene collar.
La Resurrección de Jon Snow: El final de la quinta temporada de Juego de Tronos nos dejó a todos con el alma en vilo en forma del cadáver de Jon Snow desangrándose sobre la nieve. Desde entonces, las especulaciones, rumores, trolleadas por parte de los showrunners y negaciones de Kit Harington, hasta llegar al esperado momento que... Fue bastante meh, la verdad. Pero dada su importancia era necesario reseñar.
Sir Arthur Dayne en acción: La inclusión de flashbacks a través de las visiones de Bran y el Cuervo de Tres Ojos nos han permitido bucear en el pasado de Juego de Tronos, descubriendo entre otras cosas como Ned Stark se labró su leyenda junto al padre de los hermanos Reed, con la oportunidad de ver a la mítica espada del alba Sir Arthur Dayne en acción.
La abdicación de Jon Snow: Como todo el que vuelve de entre los muertos, el Lord Comandante no tardaría en reclamar venganza, acudiendo al cumplimiento de la ley contra aquellos que le agraviaron. Dando pie a una de las escenas más crudas de la serie en la que el personaje de Kit Harington cumple reclama su retribución frente a Thorne, Ollie y el resto, el momento que sigue a la ejecución de estos -con Ed el penas preguntándole que hacer con el manto de Lord Comandante- y este respondiendo “Póntelo. Quámlo. Haz con el lo que quieras. Mi guardia ha terminado” es probablemente uno de los que atesoran más carga dramática de toda la serie.
Tormund <3 Brienne: Desde el momento en el que la contempla como si hubiera visto el sol por primera vez, hasta cada una de sus escenas posteriores -ya sea comiendo pollo con mucho amor o lanzando una sonrisa más que evidente antes de poner rumbo al sur- cada interacción entre el guerrero del Pueblo Libre y la leal caballero ha sido oro.
Sansa y Jon reunidos: Después de cinco temporadas. Cinco malditas temporadas con los Starks desperdigados por todo poniente. La emotividad presente en la reunión entre los dos hermanos fue como un ansiado halo de esperanza que llevábamos aguardando durante cinco años. ¿Cuanto hasta que nos lo arrebaten?
Brienne, Melisandre y Davos reunidos: Pero no todas las reuniones que se dan en el Castillo Negro son igual de fraternales, como demuestra la que tiene lugar cuando Brienne se reúne con los dos responsables de la muerte de Remly Baratheon, para dejarles claro que Stannis se lo contó todo “Antes de que lo ejecutara”. Fuck. Cuidado con vuestras espaldas, Caballero de la Cebolla y Bruja Roja...
Khaleesi desencadenada: Si Daenerys todavía tenía que demostrar algo como emperatriz suprema del otro lado del Mar Angosto, el Khalesado entero ha tenido que descubrirlo por las malas con su enfrentamiento dialéctico contra los señores del mar de hierba. Mucho presumir de ser muy duros e imbatibles, sí, pero al final fuego gana a los brutales líderes de las tribus de jinetes del Gran Semental. ¿Alguien más que se oponga a su reinado?
El reencuentro de Sansa y Meñique: Seguimos con reencuentros, en este caso entre Petyr Baelish y Sansa Stark, en este caso para dejar claro que a Meñique va a tener que pagar muy caro el error de entregar a esta como esposa de Ramsey Bolton, y que le heredera de los Stark se ha espabilado mucho más de lo que el maquinador guardián de la Tierra de los Ríos podría haber imaginado. Si Khaleesi tiene sus huevos de Dragón, a Sansa le han crecido tras su entrega a los Bolton unos huevos de loba bien gordos.
El teatro de Braavos: No suficientemente valoradas, las escenas de teatro por las que debe merodear Arya en relación a su misión para la casa del Dios sin Rostro han resultado ser un ingenioso recurso, no solo para recordar acontecimientos pasados de la serie, sino también para transmitirnos como la perspectiva que tiene el pueblo llano de los mismos no es ni mucho menos igual que el que nosotros hemos tenido a lo largo de la serie. ¿Cuantas veces habrá ocurrido esto dentro de nuestra propia Historia?
El Origen de los Caminantes Blancos: Otra trama con la que igualmente podrían establecerse interesantes paralelismos con la realidad, y que nos devuelve al pasado para descubrir como el primer Caminante Blanco fue creado como medio para defenderse de la voraz expansión de los humanos, forzando a los Hijos del Bosque a refugiarse en lo más profundo del norte. De nuevo, ¿quienes son los malos en esta historia? ¿Los que crearon un arma imparable, o los que obligaron a estos a crearla para defenderse?
La Coronación de Euron Greyjoy: El tío de los Greyjoy es uno de esos personajes a los que -a menos que vengas de los libros- cuesta no aborrecer. Sin embargo, desde que comienza la dispura por el Trono de Sal con sus sobrinos, la cosa se anima, viendo por donde van los tiros de un personaje al que pese a toda su fachada de fuerte e invencible se nos muestra como un mierda miserable y embaucador. La escena de su bautismo es una perfecta forma de dejar claro como, a pesar de su apariencias y los genitales intactos, no le llega a la altura de los talones a su sobrino a la hora de encarnar el ideal de “Lo que está muerto no puede morir”.
El adiós de Jorah Mormont: El momento del adiós de nuestro pagafantas favorito, cuya infección de los hombres de piedra no deja de extenderse, es con toda seguridad uno de los más emotivos de la serie. Sobre todo, con esa Khaleesi que le encomienda como misión encontrar una cura para volver a su lado.
Varys y el dios del fuego: El antaño consejero de Desembarco del Rey siempre se ha mostrado como un tipo escéptico que duda de todo lo que va más allá de lo que le puedan informar sus propios ojos y sus pájaros. Sobre todo, tras la mala experiencia que tuvo con la magia en su juventud. Sin embargo, esto puede haber cambiado tras su encuentro con la Suma Sacerdotisa Roja de Volantis Kinvara, con un cambio de rumbo mucho más próximo a la “Sangre y Fuego”.
Hold the door: Si hubiera que elegir un único momento de la temporada para pasar a la historia. Uno solo. Sin duda sería la desgarradora revelación de como el fornido y carismático acompañante de Bran recibió su nombre, en medio de una infernal secuencia en la que los Caminantes Blancos nos recuerdan que siguen siendo una amenaza, congregando lo mejor de El Día de los Muertos Vivientes y En la Boca del Miedo. A Bran le toca descubrir por las duras que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Las consecuencias... Las consecuencias nos toca sufrirlas a todos. Sobre todo a los responsables del doblaje. Sujeta la puerta, buen gigante. Sujeta la puerta...
El muerte del Rey Loco: Durante mucho tiempo se nos ha hablado de Aerys Targaryen, y de cómo el miembro de la guardia real Jaime Lannister se vio obligado a acabar con su vida para evitar que incinerase desembarco del rey, ganándose el sobrenombre de El Matarreyes. Un momento determinante para la historia pasada, presente y futura de Poniente, y que vemos retratado en una de las visiones de Bran.
El regreso de Benjen Stark: Hablando de personajes desaparecidos que vuelven surgidos de la nada... Tras cinco temporadas desaparecido, el hermano de Ned Stark, tío de Jon Snow y miembro de la Guardia de la Noche reaparece, como un híbrido entre humano y Caminante Blanco. Según sus palabras, fue salvado por los Hijos del Bosque de convertirse en parte de la legión del Rey de la Noche. Sin embargo, muchos aficionados se preguntan si es conveniente fiarse de Manos Frías, o si no será una treta del líder de los Caminantes para propiciar la caída del Muro. ¿Podrá sobrevivir este si El Cuervo de Tres Ojos pasa al otro lado?
Samwell Tarly reclama lo que le pertenece: Ay Sam, que bueno que te encontrases a Gilly. Y aunque al compañero de aventuras de Jon Snow todavía le está costando dejar salir el valor que se le intuye, con la sexta temporada de Juego de Tronos hemos podido entender mejor de dónde viene y porqué es como es, enfrentándose a un padre que no parece ponerle las cosas nada fáciles. O bueno, por enfrentándose de forma simbólica, más bien...
El Hombre Ahogado: Aquí seguramente vengan los lectores que se rasguen las vestiduras, pero pese a su breve paso por la serie, Ian McShane nos brinda un personaje que rebosa carisma, ofreciendo algo de bondad y amor por la vida sencilla a las sanguinarias guerras de poder y venganza de los Siete Reinos. Un filosofía que contrasta con otras aproximaciones que hemos visto de la religión en la serie, y que quizás esté condenada a no sobrevivir. Pero mientras seamos conscientes de la futilidad del todo, quizás traigan más paz que otras muchas. En este caso, sin embargo, los mansos no heredarán la tierra de Poniente.
El regreso del Pez Negro: Único superviviente -también está Edmure Tully, pero digamos que cuenta menos- de la Boda Roja, Brynden Tully vuelve para batallar a Frey y Lannisters, demostrando una vez más que es el tipo con más cojones de los Siete Reinos. Quizás con demasiados cojones, ya que estos pueden terminar volviéndose contraproducentes si te obcecas y descubres que ni juntando los de todos tus hombres podrían hacerles sombra...
Lyanna Mormont: De la misma forma que el “Hold the door” es sin discusión el más vibrante de toda la temporada, si hubiera que quedarse con un personaje cuyo arrollador carisma la haga destacar por encima del resto, es sin duda la soberana de la Isla del Oso a la que da vida Bella Ramsey. Como se dijera, si Lady Mormont tuviera tres dragones, Juego de Tronos habría terminado hace tres temporadas.
Los hermanos Greyjoy: Tras varias temporadas opacados por un padre que ni siquiera les dejaban aparecer en pantalla y el sádico de Ramsey Bolton, los Greyjoy vuelven a lo grande, brindándonos escenas como en la que Yara trata de sacar a su hermano Theon de su letargo en Volantis. Porque el mundo no se termina con una polla perdida, y todavía queda mucho que disfrutar y por lo que luchar.
La venganza del Perro: Con camisa blanca, barba, pelo largo y armado con un hacha, Sandor Clegane vuelve a lo grande para reclamar pollo y venganza, soltando perlas como “Eres un mierda muriendo”. Te echábamos de menos, Perro, que los Siete Reinos tiemblen ante tu regreso.
Elijo la violencia: Pero Sandor no es el único Clegane que deja su huella en la temporada, como bien demuestra su hermano al cumplir la voluntad de Cersei de sanguinaria forma, frente a unos Gorriones que se pensaban que ahora que Cersei había sido despojada de su honor, de la protección del rey y la de su hermano iba a ser presa fácil. Craso error. Porque una leona acorralada es todavía más peligrosa que de costumbre.
Podric y Bronn se reencuentran: Dos de los secundarios que cuentan con gran aprecio por parte del fandom, los antiguos compañeros de correrías de Tyrion Lannister gozan de un breve encuentro mientras sus respectivos señores discuten, en el que no solo es un placer volver a tenerlos de vuelta, sino que es carisma puro. ¿Lo malo? Lo que siembra, junto a la escena de la que hablaremos más adelante, de cara al futuro.
El discurso de Jaime Lannister: Si alguien tiene alguna duda de cual es la principal prioridad en la vida de Jaime Lannister más allá de salvar ciudades de Reyes Locos o sus propios hijos, que vuelva a revisar su conversación con Edmure Tully, porque difícilmente podría ser más gráfica de cara a la difícil encrucijada en la que se va a ver en el futuro.
La despedida de Jaime y Brienne: Y aquí otro momento que nos deja muy claro que nada bueno se viene en el futuro para estos dos camaradas, amigos y ¿algo más? con la despedida entre Jaime Lannister y Brienne de Tarth. Aferraos con fuerza a este momento, porque lo que se venga a partir de esta escena seguramente conlleve mucho dolor y drama.
Una chica y una actriz: Hablando de momentos que sin duda tendrán fuerte peso en la evolución posterior de los personajes, es cuando menos singular la relación que se desarrolla entre Arya Stark y la actriz a la que debe matar. Una actriz que físicamente da cierto aire a su madre, pero que en las representaciones de su compañía da siempre vida a Cersei Lannister. Debería haber sido fácil, ya que la madre de Joffrey lleva tiempo en su lista, y sin embargo no solo no es capaz de hacerlo. Sino que se desarrolla una relación fraternal entre ambos.
Mi nombre es Arya Stark: La Niña Abandonada le tenía ganas a Arya Stark. Muchas ganas. Tantas ganas que cuando el hombre antes conocido como Jaqen H'ghar le da permiso para acabar con ella, se convierte en una especie de implacable T-1000 que obliga a Arya a pasarlas muy putas para sobrevivir. Tanto, que nos brinda el que es desde ya uno de los momentos más emblemáticos de la serie, con la alevina de los Stark aferrándose a las enseñanzas de sus diferentes maestros a lo largo de la serie, desde Syrio Forel hasta Jaqen, dando paso a la muy simbólica y ya histórica escena de la vela. Lo que sigue, con el templo manchado en sangre y el personaje de Maisie Williams reivindicándose frente a su mentor con un “Mi nombre no es nadie. Mi nombre es Arya Stark” es un insuperable broche para la trama de Braavos.
La Bahía de los Dragones: Tyrion no solo ha tenido poco que hacer esta temporada -hasta el punto de que los responsables se vieran obligados a meter sus escenas junto a Gusano Gris y Missandei para que no nos olvidásemos de su existencia-, sino que lo que más ha conseguido ha sido liarla. Su intento de negociar con Los Amos bien podría haber supuesto la caída de Meereen, sino fuera por el regreso de Daenerys Targaryen in extremis, cambiándole el nombre a la Bahía de los Esclavos, dándole la alternativa a Tyrion y Gusano Gris para dejarle claro a los Amos el precio de su traición.
La Batalla de los Bastardos: De todas las batallas campales vistas en la serie. De todos los conflictos armados vistos en la televisión o el cine. Pocos, realmente pocos, alcanzan el nivel de crudeza que muestra el choque entre las fuerzas lideradas por Jon Snow y las de un Ramsey Bolton que se negaba a ceder el control de Invernalia. Con momentos como la carga de caballería de los Bolton contra un desamparado Snow, la pila de cadáveres, el asfixiante cerco de los Kastarks o su resolución final, el episodio centrado en la contienda entre los dos bastardos forma parte ya de la historia viva de la televisión.
Wun Wun: Otro de los personajes que se había ganado nuestra lealtad desde Casa Austera, y que con esta temporada no solo disfruta de varios momentos para reivindicarse -como su reaparición en el Castillo Negro o su apoyo a Snow- sino que dice adiós, poniendo fin al legado de los gigantes con una trágica escena con la que odiar un poco más al soberano de los Bolton.
Perros hambrientos: Durante demasiado tiempo, Ramsey había controlado con sádico y despiadado puño el destino de los hombres del norte. Los lobos de Invernalia se habían convertido en perros temerosos y hambrientos, dispuestos a cumplir su voluntad presa del terror frente a su tiránico amo. Solo era cuestión de tiempo que los indoblegables habitantes del norte encontrasen la fuerza para devolverle los golpes y que el Bolton sufrieran en sus carnes las consecuencias de sus actos. Y cuando finalmente sucede... Digamos que Sansa Stark tiene asiento en primera fila para contemplarlo.
La Caída del Septón de los Siete: Pero si hablamos de escenas que se venían venir, si hay un pasaje que se ha ganado un puesto de honor dentro de la sexta temporada de Juego de Tronos, es la venganza final de Cersei Lannister contra el Alto Gorrión y sus seguidores fanáticos, contra la religión, contra los Tully, contra Pycelle, contra su primo Lancel, contra Desembarco del Rey... Contra prácticamente todo. A medio camino entre El Padrino y el cine de John Woo, el infernal plan de Cersei no solo nos devuelve a los tiempos del Rey Loco, sino que está repleto de momentos para el recuerdo, algunos con carne de meme y otros mucho más contundentes como el destino especial que le tiene reservado a la Septa Unella, el descubrimiento del rostro de la Montaña o su coronación final, ante los ojos de un incrédulo y recién llegado Jaime, que nos devuelve a su primera escena en la temporada, viendo como su historia se vuelve a repetir. Sublime.
Davos vs Melisandre: La muerte de Shireen Baratheon era otro de los asuntos pendientes que quedaban por resolver, y la decisión de las tropas de Jon Snow de acampar en el mismo lugar que lo hicieron las de Stannis Baratheon parecían condenar de forma irremediable a Melissandre. Y si bien el hallazgo de Davos así lo apuntaba, resulta hasta un sorprendente alivio que esta justicia se ejecute de forma más piadosa, teniendo en cuenta el profundo odio que sentíamos por la Bruja Roja al provocar la muerte de la inocente Shireen. Pero de alguna forma, cuesta ver a esta Melissandre como la misma de entonces, siendo su derrumbe frente a Davos la conclusión dramática que estábamos esperando... de momento.
La muerte de los Frey: Si pensabais que todo el aprendizaje y la reivindicación personal de Arya era de cara a volver a Invernalia y sentarse junto a sus hermanos, estabais muy equivocados. Vejaciones cometidas contra los Starks como la Boda Roja seguían muy presentes, y alguien debía de darle su merecido al cobarde, miserable y traidor de Walden Frey. Imaginad quien es la elegida.
El Lobo Blanco del Norte: Cuando Robb Stark fue vitoreado como Rey del Norte, todos nos venimos arriba, de la misma forma que nos hundimos cuando fue traicionado y asesinado por los Frey. Ahora, la historia se repite con su hermano, el bastardo que no quería nadie, ocupando su lugar al frente del norte con Sansa a su lado, los pueblos del norte, sir Davos, Lady Mormont y el Pueblo Libre apoyando su reinado, justo tras descubrir el verdadero origen de Jon Snow con la identidad de su padre y su madre. Solo esperemos que en esta ocasión acaben mejor que en la anterior.
Rumbo a poniente: Cinco temporadas. Cinco. Cinco han hecho falta para que Daenerys Targaryen haya zarpado a la mar para viajar a Poniente y reclamar su derecho al Trono de Hierro. Una larga espera que por fin se consuma, y para la que no importa ni el recién adquirido don de la ubiquidad de Varys. Quizás haya sido para bien, ya que la Daenerys de aquel entonces difícilmente habría contado con un ejército y solidez como líder tan apabullante como la que tiene ahora, pero la impresión sigue siendo la de un guiso preparado a fuego lento y que ahora, por fin, tras años y años paladeando, al fin podremos disfrutar.
Y si con esto no tenéis suficiente, os dejamos con un resumen de todas las muertes de 'Juego de Tronos' relacionadas con la sexta temporada. Lógicamente, SPOILERS: