Las 10 peores tendencias del cómic moderno
Los cómics siempre han estado sujetos a diferentes tendencias, normas y tropos que han definido cada época de una determinada manera. Desde las extravagantes historias de la Edad de Plata hasta las más serias de la Edad de Bronce, que intentaban conectar los cómics con la vida real. Cada tendencia tiene su momento de apogeo y su lugar en la industria, pero hay algunas actuales que ya no son bienvenidas.
Estas tendencias pueden resultar atractivas para algunos lectores e incluso reportar beneficios a corto plazo a la industria, pero están lejos de ser saludables para el medio. Estas tendencias, que van desde el afán de lucro a los recursos argumentales manidos, deberían abandonarse lo antes posible para que la industria pueda pasar a algo mejor. Ninguna de estas tendencias es omnipresente ni mala por naturaleza, pero eso no significa que no tengan sus inconvenientes.
10/10 Algunos cómics están claramente escritos para ser series de televisión y películasEn losaños setenta y ochenta, Stan Lee presionaba enérgicamente para llevar Marvel a Hollywood, sobre todo a raíz de éxitos como Superman. Sin embargo, pocos podían imaginar en aquel momento que el hecho de centrarse en conseguir que la propiedad intelectual se convirtiera en películas podría ser perjudicial para la industria del cómic.
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Las 10 peores tendencias del marketing cinematográfico moderno
Ahora que servicios de streaming como Netflix están teniendo cierto éxito en la adaptación de cómics al cine, todo el mundo está intentando participar, sobre todo los independientes. El problema es que los propios cómics no aprovechan plenamente el medio. Pueden parecer limitados y apagados, sin estar a la altura del potencial que permite el medio.
9/10 La descompresión está bien, pero a los lectores de cómics les siguen gustando los arcos más cortosEn los primeros tiempos del cómic, casi todos los números e historias eran breves y autoconclusivos. Seguía existiendo una narrativa continuada entre los libros, pero el objetivo era que las series fueran lo más accesibles posible para los nuevos lectores. Como han señalado muchos creadores, cualquier cómic puede ser el primer cómic de un aficionado.
Los cómics actuales, sin embargo, tienden a tener arcos argumentales que pueden durar demasiado tiempo, lo que hace que sea una tarea desalentadora para los nuevos lectores. Algunas series funcionan mejor con historias largas, pero también puede ser una maldición para las ventas de cómics en general, dejando algunos números como puro relleno.
8/10 La industria del cómic ha visto reducidos sus génerosEn el pasado, los cómics ofrecían una amplia gama de géneros, cada uno de los cuales tenía éxito por derecho propio. Historietas, aventuras, terror, comedia y cómics de superhéroes. Incluso las historias bélicas contaban con series activas, donde se originaron personajes como el Sgt. Rock.
En el cómic moderno, hay menos cómics de género que nunca. Los cómics bélicos son prácticamente inexistentes. La fantasía ha disminuido mucho con los años y el terror se ha diluido. La clave para que la industria prospere es una buena representación y uso de los géneros, algo de lo que actualmente carecemos.
7/10 La contracción de los libros en curso deja poco en lo que invertirHubo una época en las dos grandes en la que cualquiera, desde Dazzler y Howard el Pato hasta Animal Man y Kamandi, podía mantener una serie continua. Una serie continua es clave para retener a los clientes a largo plazo, así como para aumentar el valor de un personaje.
No está claro hasta qué punto es receptivo el mercado a estas continuaciones, ya que las dos grandes rara vez recortan toda su línea editorial para que los aficionados puedan permitirse una nueva continuación. Más bien, las nuevas continuaciones tienen que competir con una multitud de continuaciones de la lista A y miniseries frecuentes, que rara vez les dan la oportunidad de prosperar.
6/10 El multiverso es divertido, pero puede haber demasiado de algo buenoEl multiverso es sin duda una de las ideas más geniales jamás concebidas en el mundo del cómic. Permite a los lectores disfrutar de versiones alternativas de sus héroes favoritos y ver cómo se desarrollarían sus historias si los acontecimientos hubieran sido diferentes. Sin embargo, ahora parece más un truco que nunca.
Las dos grandes solían tener una solución fácil para contener el multiverso. Marvel tenía What If? y DC su sello Elseworlds. En los últimos años, las líneas entre los mundos se han vuelto cada vez más difusas, y el multiverso no tiene el peso de antaño. Se ha creado la impresión de que el multiverso puede resolver todos los problemas.
5/10 Es hora de admitir que las familias de superhéroes son demasiado grandesUna de las peores cosas de los nuevos personajes de los últimos cómics es lo inflados que pueden llegar a estar los equipos de superhéroes. Mientras que algunas de estas familias funcionan mejor cuando son grandes, otras no tienen ningún sentido.
Por ejemplo, Batman fue considerado en su día un héroe solitario y melancólico, pero ahora cuenta con la mayor familia del cómic. El principal problema de estas familias es que los títulos destinados a centrarse en un personaje específico pueden hacer que ese héroe se sienta más como una estrella invitada en su propio libro. Los héroes de legado son geniales, pero los libros en solitario son mejores.
4/10 No hay ninguna buena razón para que un cómic tenga docenas de portadas variantesLos aficionados entienden el sentido del sistema de variantes e incluso les gusta cuando pueden conseguir una portada poco común dibujada por su artista favorito. Pero la industria ha abusado demasiado del sistema, y algunos cómics tienen más de 50 portadas variantes en un solo número.
Lo más decepcionante de todo es que puede parecer que los editores están creando intencionadamente escasez de los mejores portadistas, haciendo que su trabajo sea menos accesible. Las variantes tienen su lugar en el mundo del cómic, pero cuando es imposible coleccionar todas las variantes de un mismo número, algo va mal.
3/10 Los fans echan de menos un mundo menos centrado en BatmanNadie en el mundo del cómic negaría que Batman es un motor de ventas. Sin embargo, en la Edad Moderna del cómic, DC se ha centrado más en Batman que en todo lo demás. Ya sea el propio Batman, Nightwing, los distintos Robin o incluso Alfred, el mundo de Gotham está por todas partes en DC.
De hecho, la obsesión por Batman puede convertirse en una profecía autocumplida. Si el calendario editorial está repleto de Bat-libros, es difícil que otros personajes alcancen el estatus que Batman se ha ganado. El problema añadido es que DC tiende a poner a sus estrellas en los personajes principales, lo que agrava aún más el problema.
2/10 Las historias de deconstrucción hace tiempo que no son bienvenidasUna de las tendencias más manidas y duraderas del cómic moderno ha sido la deconstrucción. El tropo fue dominado por Alan Moore a lo largo de su carrera en el mundo del cómic. La idea del tropo es amplificar los defectos del mundo para destruir la imagen más pintoresca que los lectores tenían de él.
Sin embargo, el objetivo de los cómics es ofrecer a los lectores una historia divertida y fantástica. Personajes como Superman y Spiderman existen casi exclusivamente para servir de símbolo de esperanza. Teniendo en cuenta que gran parte del éxito histórico de los cómics se basa en los lectores jóvenes, la deconstrucción no funciona cuando se utiliza habitualmente.
1/10 Demasiados eventos de cómic ahuyentarán a muchos lectoresLos aficionados entienden que un buen evento puede ser muy positivo para los beneficios de una empresa de cómics. Sin embargo, también les gustaría que las empresas comprendieran el efecto que puede tener en los lectores, y en sus carteras. Con tantos tie-ins, crossovers, números alfa y omega, puede ser difícil mantenerse al día.
La fuerza de los cómics reside en su legado permanente, y las empresas lo han demostrado en la numeración de sus series de larga duración. De hecho, algunas series que sólo duraron unos pocos años se vieron envueltas en eventos y crossovers y nunca tuvieron la oportunidad de valerse por sí mismas.