RESEÑA RETRO: 87 años después, Blancanieves y los siete enanitos sigue siendo un adelantado a su tiempo
En 1937, cuando se estrenó Blancanieves y los siete enanitos en, había mucho escepticismo sobre si el arte de la animación podía utilizarse para hacer un largometraje de éxito o no. Durante la Edad de Oro de Hollywood, los dibujos animados se presentaban normalmente como cortometrajes en los cines antes de la película que el público pagaba por ver. De hecho, Walt Disney y su compañía producían a menudo cortos animados para los cines en forma de la serie Silly Symphonies. No fue hasta que Disney concibió la idea de producir una película de animación en 1933 que los planes para una adaptación animada de Blancanieves empezaron a tomar forma en 1934.
Basado en el cuento alemán de 1812 Schneewittchen de los hermanos Grimm, Blancanieves y los siete enanitos narra la historia de la princesa protagonista, que escapa de las garras de su vanidosa y asesina madrastra, la Reina Malvada. Después de que ésta contrate a un cazador para matar a la joven princesa y le traiga su corazón como prueba de su muerte, Blancanieves huye al bosque y se refugia en la cabaña de los siete enanitos. Tras entablar amistad con los enanitos, se queda con ellos un tiempo antes de que la Reina Malvada intente matarla de nuevo, esta vez disfrazada del Viejo Vendedor Ambulante. Blancanieves es revivida por el príncipe que conoció antes y se va a vivir con él a su castillo. Aunque el remake de acción real de Blancanieves de 2025 pretende continuar el legado de su predecesora animada, con Rachel Zegler en el papel principal, merece la pena recordar lo que hizo de la película original un clásico atemporal.
Blancanieves y los siete enanitos revolucionaron la animaciónLa película redefinió lo que podía ser la animación
Lo primero que destaca de Blancanieves y los siete enanitos de 1937 es la animación. Al ser la película que revolucionó las técnicas de animación que se siguen utilizando hoy en día (aunque con tecnología más avanzada), su calidad supera con creces los estándares establecidos por los cortometrajes animados de su década. La animación de Blancanieves y los siete enanitos difiere de la de sus contemporáneos en que intenta ser lo más realista posible. Una de las técnicas que utiliza la película para conseguirlo es la rotoscopia. En este caso, las escenas se grabaron con actores reales realizando las acciones, y los animadores trazaron sobre el metraje fotograma a fotograma para capturar un movimiento fluido y realista. Esta técnica se utilizó principalmente para los personajes de Blancanieves, la Reina Malvada, el Príncipe Encantador y el Cazador.
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Para los demás personajes, se utilizaron técnicas más tradicionales para captar sus cualidades más caricaturescas. Esta técnica se utilizó principalmente con los enanitos, la Reina Malvada cuando se disfrazó de Vieja vendedora ambulante y los animales del bosque. Aunque una combinación de rotoscopia y técnicas de animación más tradicionales suena como una combinación terrible destinada a distraer al público, Blancanieves y los siete enanitos lo hizo funcionar en perfecta armonía. Mientras que Blancanieves y la Reina Malvada son fáciles de identificar como los personajes más tradicionalmente humanos, los enanitos siguen poseyendo cualidades humanas a pesar de tener rasgos más exagerados y otras cualidades caricaturescas.
Por ejemplo, cada enano tiene un diseño, un lenguaje corporal y unas expresiones faciales propios, acordes con su personalidad. De este modo, no se confunde a cada enano, a pesar de que la mayoría de ellos son ancianos barbudos. Otra forma de diferenciar fácilmente a los enanos de los personajes humanos tradicionales, como Blancanieves, es que se les da un aspecto de gnomos para presentarlos como personajes fantásticos. Esto funciona teniendo en cuenta que viven en una pequeña cabaña en el bosque, por no mencionar que la magia existe claramente en el mundo de Blancanieves, como demuestran los talentos de la Reina Malvada en las artes oscuras. Cuando estos personajes aparecen juntos en pantalla, sus interacciones resultan orgánicas y sus diferentes diseños nunca distraen la atención.